Las cinco de la mañana mirando el techo ,sintiendo como se reflejala luna en el vidrio de la ventana que rebota en el espejo, se alumbra mi rostro.
Las seis de la mañana y una lagrima brota desde mis ojos y se quiere deslizar por mi mejilla y perderse en mi cuello.
Las siete de la mañana olor a alcohol inunda la habitacion, se confunde entre el olor a humo de su cuerpo, me embriaga me molesta.
Ocho de la mañana se levanta mi cuerpo como una sola pieza, duro, tiezo
Tres de la tarde el olor a humo se mantiene , el alcohol ha desaparecido, su cuerpo se mantiene intacto en la habitacion
nuchas horas han pasado y se repite las historias, se repiten las horas
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